Hasta el amanecer

[6/6 07:42 AM] ‪+591 75077405‬
Autor: Poeta.

La llegada de la primavera dio lugar a mi historia de amor favorita, pues así como llegó esta hermosa estación, llegaste a mi vida y le diste un giro de 180 grados a mi mundo, demostrándome que aun se puede llegar a amar una vez más,  a pesar de todas las adversidades que se presenten.
Lo recuerdo muy bien, tu sutil forma de ser  se fue colando a cuenta gotas en mis días y en mis pensamientos, quizás deba darte las gracias, ya que debido a ti empecé a escribirle al amor.
Es irónico como te puedes llegar a enamorar de una persona que con la ira a flor de piel te dice muchas veces a la cara "Te odio, como nunca odie a mas nadie"...
Debo admitirlo, al principio fui un patán, tal vez fue envidia, pues tu sonrisa te llenaba de amigos y yo, solo en mi escritorio, me cegaba la soledad, un día inesperado decidí romper mis barreras y me dispuse a conocer tu persona y tratar de entender como le hacías para estar siempre sonriente y alegre.
Me armé de todo el coraje posible y en medio de titubeos te invite a salir, (no se porque pero mientras te hablaba los latidos de mi corazón aumentaron), se quedó acordado el día y la hora, lo recuerdo muy bien aquel día, cortésmente me correspondías la platica, al oírte atentamente me di cuenta que las personas que tienen el alma llena de cicatrices, poseen las sonrisas mas hermosas de todo el mundo, de ahí nace este verso; " Habiendo visto millones de sonrisas en el mundo, la tuya es y siempre será mi favorita"
Desde aquella vez limamos asperezas, nos fuimos conociendo día a día, poco a poco y yo cada día quería saber mas de ti, inexplicablemente y de forma involuntaria se me dio la idea de hacer que siempre sonrías, no por simple rutina o por ocultar tu tristeza, sino por el simple hecho que seas feliz,  - "Aun amo tu sonrisa" no sé cómo, un día, una muy buena amiga tuya me dijo que sentías cosas por mi y yo desvariado me negaba a lo evidente, también gustaba de ti, aunque algo muy dentro mío me decía que eran algo mas fuerte lo que por ti sentía.
Tu mirada hacia mi cambió levemente, cada que nuestros caminos se cruzaban en los pasillos, mis ojos buscaban los tuyos y ellos huían de los míos, no lo tenía del todo claro, pero una chispa se prendió en mi interior y las emociones revoloteaban, cada que tú te aparecías en frente mío, no se como explicarlo pero quería abrazarte fuertemente contra mi pecho, volver a juntar los pedazos de tu alma y nunca más dejarte ir...
Y así los días pasaron, uno tras otro, yo cada vez más cercano a ti, tu cada vez más apegada a mí, un día como cualquier otro día me dispuse a confesarte esto que en mí, provocaba el café de tus ojos, como olvidarlo, te note muy nerviosa casi al punto de salir huyendo de mí y lo entendí pues los fantasmas del miedo atormentaban aun tu pasado y yo pidiendo a gritos ser tu presente y tu futuro, no sé si tú, pero yo lo recuerdo muy bien,  nuestro primer beso algo tan incompresible al razonamiento humano, me quede en medio del cielo suspendido en lo más alto con los pies firmes en la tierra, temblorosa me pediste disculpas por ello, ahora comprendo que fui un tonto pues en ese preciso momento debí tomarte en mis brazos y disipar tus miedos, desde ese instante mis días, mis tardes, mis noches se escaparon de lo rutinario y hallaron nuevos horizontes en ti, busque la manera de quedarme en tus pensamientos, me di formas para ser tu último texto por las noches y el primero por las mañanas, como olvidar cuando nos quedábamos colgados hasta muy altas horas de las noches platicando en el teléfono, unas cuantas hasta el amanecer...