22.11.17

Momentos inesperados

La lluvia se hacía cada vez más fuerte. Él seguía corriendo hacia el estacionamiento, no importando sus zapatos ya gastados mojándose en los charcos de lluvia. Sus lágrimas, confundidas con gotas de lluvia, resbalaban ávidas, y sus ojos inyectados de sangre se cerraban cada vez que pensaba en ese maldito mensaje de texto. Se hacía tarde, y pronto se montó en su auto negro. Las calles oscuras destrozaban sus esperanzas. Manejando como un desquiciado se voló tres semáforos y casi atropella a un perro que pasaba por la calle. Doblando una esquina llegó al hospital. Aparcó el carro en el bordillo, ya nada le importaba. —¿La señora Wilson?—preguntó sin aliento a la recepcionista, que se encontraba revisando unos papeles. —Sala 3, segundo piso. Las escaleras quedaron atrás inmediatamente, y se adentró en la habitación. Tapada con una larga sábana blanca, yacía el cuerpo de su madre. «No te preocupes, estaré contigo siempre» recordó su dulce voz, susurrándole al oído hace quince años, cuando ella se tenía que ir al trabajo. «—No te dejaré, aquí está mami contigo, ¿dónde te golpeaste? —¡Ah, mamá, mi rodilla! —Ya, mi pequeño, estarás bien, ya lo verás.» mientras recordaba, bajó suavemente la sábana de su cara, y le besó la frente. —Gracias mamá, por lo que haz hecho por mí, porque te quitabas el pan de tu boca para darmelo a mí. Gracias, porque me cantabas canciones para que no me diera miedo la oscuridad. Gracias, porque me enseñaste a amar. Te amo, y siempre te amaré.

 (Escrito por Grace desde Barranquilla, Colombia).

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Wally Opina es un reportaje semanal del formato Late Show con el objetivo de entretener y dar opinión acerca de los hechos políticos y de ac...